A quién no le gusta poner un poquito de azúcar cuando tomamos una bebida o un café. Sin embargo muchas veces recurrimos a edulcorantes artificiales, bien porque queremos cuidar nuestra salud, o por vigilar nuestra silueta.

Pero ahora, al hablar de la tradicional sacarina o el aspartamo, oímos frecuentemente informaciones sobre los riesgos que pueden suponer para la salud del consumidor.

Por esto nos alegramos de contarte que tenemos ya disponibles en cualquier comercio la alternativa: edulcorantes más naturales, como la stevia, el sirope de ágave o las melazas de cereal.

La stevia es una magnífica alternativa para las personas con diabetes, por su origen natural y porque no tiene ni calorías ni hidratos de carbono. Por ello, no afecta al índice glucémico ni a la hipertensión. De hecho, la stevia tiene una potencia edulcorante 300 veces mayor a la sacarosa, pero sin calorías.

En los comercios ecológicos podemos encontrar también la melaza de cereal o el sirope de ágave cuyo poder edulcorante duplica al del azúcar común, y que igualmente tiene un bajo índice glucémico, con un 70% de fructosa y ausencia de sacarina.

Los siropes son jarabes que se pueden obtener de diferentes fuentes: arce, ágave, frutas, caña de azúcar… Nos aportan vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes, pero gracias a su bajo índice glucémico no producen un rápido aumento de glucosa.

El azúcar de abedul, 100% natural, tiene el mismo poder edulcorante que el azúcar de mesa, pero con un índice glucémico de 7 y un 40% menos de calorías. Además, como está compuesto por Xilitol, cuida nuestra saludo bucodental.

Pero no debemos olvidar que el consumo responsable de cualquier edulcorante es la clave de todo. Podemos tomar azúcar (mejor azúcar morena o miel), porque nuestro organismo lo necesita. Pero si necesitamos vigilancia porque tenemos problemas de diabetes o obesidad, o simplemente por cuidarnos, siempre es mucho mejor optar por los endulzantes naturales.

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